Tratamiento - Proyecto Hombre

¿Necesitas ayuda?

En Proyecto Hombre estamos para ayudarte. Una duda, algún tema sobre el que quieras hablar, lo que necesites.

Cuenta con nosotros/as.

¿Qué hacer si…?

¿Qué hacer si yo consumo alcohol o drogas?

  • Busca el apoyo de un amigo o amiga alejados del mundo de las drogas y cuéntale lo quete pasa, lo que te preocupa, las dudas que te planteas. Este puede ser el primer paso. Con su ayuda quizás puedas decírselo a tu familia, padres/madres, pareja e hijos.
  • Si eres joven o estudiante, intenta hablar con un profesor/a o adulto de confianza.
  • Si todos tus amigos también consumen, y no te atreves a decírselo a tus familiares y/o profesores, y prefieres pedir ayuda directamente a un profesional, puedes dirigirte a nosotros a través del teléfono 902 88 55 55.

Intenta no alarmarte y actuar con calma. Los familiares han de tomar una decisión consensuada sobre cómo afrontar conjuntamente esta situación.

Se recomienda dialogar con vuestro hijo, hija o pareja, de manera adecuada, lo que implica:

Preparar previamente qué le queréis preguntar. Tened en cuenta que es importante que os podáis hacer una idea de la sustancia que consume, la dosis, la frecuencia, el nivel de información que maneja sobre la misma, etc.

Elegir el momento y lugar adecuados. Esta conversación siempre ha de desarrollarse en un clima de confianza y respeto mutuo.

Preguntar y escuchar la respuesta de vuestro hijo, hija o pareja, sin enjuiciar, ni reprochar sus respuestas y conductas. Hacerlo de otro modo, bloquearía la comunicación y dificultaría su reconocimiento del consumo. Es un diálogo, no un interrogatorio.

Acudir a un profesional, en la medida de lo posible, de un centro especializado en la prevención y tratamiento de adicciones, que os facilite la formación e información adecuadas para afrontar la situación de un modo exitoso.

¿Qué hacer si un amigo o amiga consume?

Si es un adulto, le puedes informar y ofrecer la posibilidad de que acuda a un centro especializado. Tú mismo puedes acompañarle y, si estás dispuesto y él quiere, ayudarle en las primeras etapas del proceso terapéutico. Piensa que lo que necesita es un punto de apoyo para salir del problema desde la firmeza y no desde la sobreprotección.

Intenta dialogar con él o con ella, en momentos que le veas accesible, sobre los beneficios y perjuicios de su consumo, y sobre las ventajas y desventajas que tiene el dejar de consumir. No le sermonees, ni le juzgues o reproches su comportamiento. Ayúdale a pensar sobre las consecuencias que para sí mismo y para su entorno más inmediato (familia, pareja, etc.) tiene su forma de actuar. Ten en cuenta que, el que tome conciencia de los problemas que provoca el consumo, no es tarea de un día. Sé paciente, dale tiempo y espacio. Si se siente excesivamente acorralado o perseguido, se distanciará y se cerrará a ti.

Ofrécele tu apoyo para enfrentarse a sus padres y/o su pareja cuando decida contarles lo que está viviendo. Si esa persona no quiere dar el paso de hablar con sus progenitores o pareja, te animamos a que tú te pongas en contacto con un centro especializado que te pueda orientar.

¿Qué hacemos?

En Proyecto Hombre se ayuda a abandonar las adicciones con programas diferentes, tanto de carácter ambulatorio, como residencial. La evaluación sobre la situación de cada persona, será determinante para decidir la participación en un tipo de programa u otro. Así, la historia de cada persona, sustancia y tipo de consumo, nivel de estructuración personal y social, el apoyo familiar, la situación laboral etc., son variables decisivas a la hora de proponer un tratamiento que resulte adecuado.

En todos los casos, son programas con equipos multidisciplinares, basados en la filosofía humanista, de metodología bio psico-social y terapia centrada en la persona. Con estas premisas se desarrollan todos los programas de Proyecto Hombre.

Que-hacemos

Son equipos multidisciplinares, de metodología bio-psicosocial y terapia centrada en la persona

TIPOS DE TRATAMIENTO

Programa Base

El Programa Base esta destinado a la recuperación de las personas con problemas de opiáceos, u otros perfiles de consumo de otras sustancias o poli-consumos, con ciertas características de desestructuración familiar y social. Este programa está basado en el método de Comunidad Terapéutica.

Programas de dependencia al Alcohol

Programas específicos para personas con problemas de Dependencia Alcohólica: pretende cubrir los objetivos del programa base, modificando la metodología y adaptándola al perfil específico de consumidores de alcohol. Puede tratarse tanto en Comunidad Terapéutica como en régimen ambulatorio, dependiendo de la evaluación individualizada de la persona que demanda tratamiento.

Programas de Dependencia a la Cocaína u otros Psicoestimulantes

Estos programas están dirigidos a personas con problemas de consumo que no demandan un aislamiento de su estructura social sino un apoyo terapéutico específico trabajando la toma de decisiones, resolución de problemas, control de la ansiedad, habilidades emocionales y prevención de recaídas. Se trata de un programa ambulatorio de medio abierto y dinámica grupal e individual. Tienen un componente importante de trabajo y entrenamiento para las familias de los afectados en manejo de contingencias.

Trastorno adictivo sumado a trastorno mental

Programas para personas con enfermedad mental diagnosticada y problema de adicción: siguiendo la filosofía de programa educativo-terapéutico, se trata de ajustes específicos para personas con doble diagnóstico que necesitan una serie de intervenciones particulares (evaluación, seguimiento, trabajo multidisciplinar…).

Programas en prisión

Los programas de Motivación intra-penitenciarios y Comunidad Terapéutica intra-penitenciaria responden al compromiso de Proyecto Hombre de intervención en el medio penitenciario debido al alarmante porcentaje de personas en cumplimiento judicial con problemas de drogodependencias. En algunos centros penitenciarios ofrecemos metodología de Comunidad Terapéutica para su posterior seguimiento extra-penitenciario, con especial hincapié en la reinserción sociolaboral. Estos programas se plantean desde la confianza en el cambio personal que toda persona puede realizar.

Soporte a familias

En un programa transversal a todos los programas de Proyecto Hombre. Es una de las señas de identidad y diferenciación del programa educativo-terapéutico. En muchos centros se ofrecen programas específicos para familiares de afectados, tanto para proporcionar información sobre drogas como para realizar apoyo terapéutico para familiares.

Proyecto Joven

Tratamiento específico para menores, consistente en un programa de prevención indicada para jóvenes y adolescentes que presentan una conducta problemática vinculada al consumo de sustancias que requieren de una intervención educativo-terapéutica. Suele tener un componente de entrenamiento familiar en habilidades de comunicación y resolución de problemas muy importante.

NUESTRO MODELO

Proyecto Hombre aborda las adicciones a través de un método biopsicosocial que persigue la maduración y el crecimiento de la persona. Cuenta desde su origen con un método propio, que se ha mantenido invariable a lo largo de su historia.

Este método consiste en identificar el problema existencial que induce a la persona a la adicción y trabajarlo desde un marco terapéutico-educativo, para lograr que recupere su autonomía, su sentido de la responsabilidad y su capacidad para tomar decisiones y volver a ser un miembro activo de la sociedad.

Si algo define la esencia de Proyecto Hombre, es que se cree en la persona, en su capacidad de cambiar y superar las adicciones que le han impedido desarrollarse plenamente. Considera que la adicción es el síntoma de un problema que reside en la persona. Este planteamiento, inspirado en la filosofía humanista, coloca a la persona y no a la adicción en el centro de todo el proceso.

Para Proyecto Hombre es muy importante la involucración y el apoyo de la familia en todo el proceso terapéutico-educativo, por eso trabajan con ella y en algunos casos con el entorno social más cercano (amigos, compañeros de trabajo etc…).

Consiste en identificar el problema que induce a la persona a la adicción y trabajarlo desde lo terapéutico-educativo

Pautas que pueden revelar conductas adictivas

1. Se deteriora la apariencia y el estado de salud

Se produce dejadez en los hábitos de cuidado personal; para el adicto consumir es más importante. Suele ir asociado a un empeoramiento del estado de salud general: adelgazamiento, cansancio, palidez, cambios en los ritmos del sueño y vigilia, ojos rojos, manos temblorosas.

2. Se altera el estado de ánimo

Son frecuentes los cambios de humor bruscos en los que se pasa de estar eufórico, con frecuencia coincide con el momento en el que está consumiendo, a tener un ánimo depresivo, decaído, con apatía y sin ganas de hacer ninguna actividad. En estos estados de ánimo bajo, suelen buscar la soledad para poder estar en contacto con su adicción y calmar su malestar. El adicto se enfada sin razones aparentes. Le molestan cosas o personas que antes no lo hacían y no tolera que se hable del problema que tiene. Hablar con el adicto sobre la peligrosidad de lo que está haciendo u ofrecerle ayuda se vuelve prácticamente imposible sin que tenga una reacción violenta y de negación. A medida que la adicción va avanzando, los periodos de decaimiento, apatía y mal humor son más frecuentes y prolongados.

3. No se concentra, no memoriza o piensa con claridad

Cada vez es más difícil centrarse en el trabajo o en clase, porque toda la atención se centra en la adicción. Esta falta de concentración impide que se memoricen datos o hechos y se produzca una falta de recuerdo, como sucede con frecuencia en las personas que consumen alcohol. Al final estos problemas se hacen evidentes para las personas con las que interactúan.

4. No cumple sus responsabilidades

La persona con adicción progresivamente se va desvinculando de aquellas cosas anteriormente siempre cumplía, como terminar los informes del trabajo a tiempo, ir a buscar a sus hijos al colegio o aprobar los exámenes de la facultad. De repente, las responsabilidades pasan a un segundo plano, le es indiferente todo y todos, porque lo único importante es satisfacer a su adicción.

5. Se aísla

La adicción consume a las personas adictas y no deja nada para los demás, por eso, cuando se agrava la dependencia se alejan. Aquellos que antes eran una buena compañía ahora son un obstáculo para hacer lo que desea en cada momento y un recordatorio de que aquello que está haciendo le está perjudicando. Ya sea porque no quieren que le sermoneen, o porque no se sienten cómodos/as con la presencia de otros, las personas con adicciones se aíslan. Se debe observar si muestra una tendencia al aislamiento, cambio de amistades, abandono de vinculaciones afectivas anteriores, despego de la familia, empeora en la forma de comunicarse.

6. Pierde la motivación o el interés por cosas que le gustaban

El adicto muestra una falta de interés por todo aquello que no sea conseguir lo necesario para el consumo, todo lo que parecía motivarle antes, el trabajo, las relaciones, las actividades, pasa a un segundo plano. Llega un momento en el que no solo el consumo es placentero, es que es la única fuente de placer. Las aficiones con las que tanto disfrutaba antes ahora son sólo un obstáculo que le impiden llegar a la droga o conducta de la que es esclavo.